Murtra desconecta la era Pallete, pone Movistar mirando al Gobierno y a 'su' Indra, en el objetivo
Con un nuevo presidente sentado en lo más alto de la cúpula, afín y nada díscolo, al que le ha bastado mes y medio para voltear las tripas de Telefónica, ahora sí, La Moncloa ve más cerca la creación de su gran campeón
Murtra revoluciona la cúpula de Movistar+ para impulsar el proyecto de televisión que rechazó Prisa

Tras el éxito rotundo de la moción de total desconfianza sobre el expresidente de Telefónica, José Mária Álvarez-Pallete, su sustituto, Marc Murtra, ha apretado ya el botón de la desconexión de una era que se antojaba, digamos, molesta. O más bien díscola. Era, sí, ... un secreto a voces hacía tiempo. Los pulsos al dios todo poderoso, no tienen final feliz... para el que los echa, claro. Los caminos de uno y otro, queda demostrado, eran divergentes y paralelos a la vez aunque suene contradictorio. Pero, solo puede quedar uno, ¿recuerdan 'Los Inmortales'? Pues eso, hoy, Murtra.
El caso es que la fidelidad se premia. Y en esas están. O siguen. De la necesidad, virtud. El gran campeón nacional de las telecomunicaciones, las tecnologías, la ciberseguridad, del espacio... ¡y lo que se tercie! urge, que unas elecciones anticipadas podrían estar a la vuelta de la esquina y dar con todo al traste –la colonización absoluta del sanchismo y Cía. para crear un gigante global y mundial–, y con el expresidente de Indra, la niña bonita de La Moncloa, ya sentado en el sillón presidencial de la operadora –un hombre con línea directa con el Ejecutivo y vinculado al PSC– el asunto más que se precipita. Encauzada pues, una operación de calado en el panorama empresarial español con Telefónica, Indra e Hispasat como personajes principales. Y con el apoyo del mundo Caixa que, de secundario, tiene poco.
Con todos los planetas alineados para lograrlo, una vez cambiado el contenido, hay que empezar a resolver el continente. Y a partir de ahí, el 'panta rei' de Heráclito. Todo sucede por algo, y Álvarez-Pallete ni lo vio venir. O no quiso verlo. ¡A por el gran campeón!
Y una vez que Indra ya está lista, con el nombramiento de Ángel Escribano como recambio de Murtra en la presidencia –'a priori', un perfil continuista en cuanto a los planes de futuro que ya había iniciado la entidad bajo el mandato anterior– y con la operación 'absorber a Hispasat' en marcha, le tocaba en todo su esplendor a Telefónica mover ficha, con Murtra como cabeza visible de la nueva era.
Así, esta misma semana, tras la renovación en la cúpula de Telefónica, el Gobierno afianza aún más si cabe sus planes de crear un campeón nacional de las telecomunicaciones, la tecnología, etc., etc., etc., mediante un gran movimiento corporativo conjunto de la propia Telefónica y de Indra, haciendo valer que la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) tiene posiciones accionariales de peso en ambos grupos. El 28% en Indra, el 10% en Telefónica.
Los planes iniciales pasaban por que Telefónica tomase el control de toda o parte de la filial tecnológica de Indra, Minsait, pero la opción como tal, se quedó congelada. De momento, porque casi a la par surgió un inconveniente que descontrolaba los planes. El presidente de Prisa, Joseph Ourghoulian, cansado de no ser escuchado y de no hacer rentable lo invertido, desterraba uno de los proyectos por los que La Moncloa tiene absoluta fijación: ganar el concurso del nuevo canal de televisión que prepara el Gobierno.
Tras la cancelación del proyecto televisivo por obra y gracia del propio Ourghoulian –que supuso además la salida de José Miguel Contreras, ya exdirector de Contenidos y hombre de La Moncloa en la compañía, y de Carlos Núñez, también ya expresidente ejecutivo de Prisa Media–, el Gobierno –que ni perdona ni olvidará la afrenta, veremos acontecimientos de aquí a la junta de accionistas de junio– se apresuró a mover ficha con Telefónica, para retomarlo desde las tripas de la operadora y con Murtra ya al frente de la misma.
Y de esos barros estos lodos. El nuevo líder de Telefónica ha tomado las riendas y empieza a arreglar el entuerto. Al menos es lo que parece, con un absoluto 'totum revolutum' en el seno de Movistar+, la televisión de pago del gran operador español, donde así a bote pronto ha puesto el poso del viraje al Gobierno al colocar como presidente no ejecutivo a Javier de Paz, histórico consejero de la compañía vinculado al PSOE, sobre todo, con el expresidente José Luis Rodríguez Zapatero, que con Pallete llevaba semanas en pista de salida, otro de los motivos en el 'debe' del expresidente de la operadora.
Álvarez-Pallete, por cierto, une piezas estos días desde la distancia, ata cabos y comprueba cómo algunos y algunas que le, digamos, lustraban los zapatos hasta hace un mes y le juraban lealtad eterna, se reparten sin pudor alguno la obra que tantos años le llevó construir con la mayor discreción. «No está muerto, sino que duerme». Tiempo al tiempo.
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